La simulación de denuncias puede perseguir diversos objetivos, pero el más frecuente es el de estafar dinero al seguro. El Código Penal prevé incluso penas de prisión de hasta dos años para este tipo de conductas
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Lunes 17 de marzo de 2014 | ERTZAINTZA
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Durante los apenas dos meses y medio que llevamos de año (hasta el 15 de marzo), la Ertzaintza ha procedido a imputar penalmente en el conjunto de la CAPV a un total de cuarenta y cinco personas por interponer otras tantas denuncias falsas. Treinta y cuatro de dichas conductas delictivas han sido detectadas en el territorio de Bizkaia, ocho en Araba y tres en Gipuzkoa.
La casuística que motiva las denuncias falsas es variada; no obstante, la mayoría de los casos registrados este año han sido falsos robos que en realidad no se han llegado a cometer. Realmente muchos de los casos denunciados son simples pérdidas de objetos o, como máximo, pequeños hurtos al descuido, no cubiertos por los seguros, en los que el objetivo del denunciante al inventarse o exagerar el delito es el de conseguir que el seguro les compense por el valor de los objetos perdidos o sustraidos, por ejemplo se puede destacar las denuncias por robos de teléfonos móviles de alta gama, que posteriormente son cedidos o vendidos a terceros, para obtener beneficio del seguro y comprarse uno nuevo. También destacan las denuncias por robo en domicilio cuando la intención es cambiar la cerradura y que el seguro pague el importe de la factura.
El resto de delitos simulados, en un porcentaje muy inferior al anterior, son gastos en juego o compras en internet que los denunciantes quieren ocultar a sus allegados, inventándose para ello que han sido víctimas de una estafa con la tarjeta bancaria. Incluso una persona ha llegado a relatar haber sido víctima de un secuestro y otra ha denunciado falsos abusos sexuales para ocultar una relación consentida.
La casuística que motiva las denuncias falsas es variada; no obstante, la mayoría de los casos registrados este año han sido falsos robos que en realidad no se han llegado a cometer. Realmente muchos de los casos denunciados son simples pérdidas de objetos o, como máximo, pequeños hurtos al descuido, no cubiertos por los seguros, en los que el objetivo del denunciante al inventarse o exagerar el delito es el de conseguir que el seguro les compense por el valor de los objetos perdidos o sustraidos, por ejemplo se puede destacar las denuncias por robos de teléfonos móviles de alta gama, que posteriormente son cedidos o vendidos a terceros, para obtener beneficio del seguro y comprarse uno nuevo. También destacan las denuncias por robo en domicilio cuando la intención es cambiar la cerradura y que el seguro pague el importe de la factura.
El resto de delitos simulados, en un porcentaje muy inferior al anterior, son gastos en juego o compras en internet que los denunciantes quieren ocultar a sus allegados, inventándose para ello que han sido víctimas de una estafa con la tarjeta bancaria. Incluso una persona ha llegado a relatar haber sido víctima de un secuestro y otra ha denunciado falsos abusos sexuales para ocultar una relación consentida.
Este año se ha registrado también un falso robo de automóvil, así como varias sustraciones de objetos en el interior de vehículos. Igualmente, una persona denunció la falsa publicación de fotos suyas en páginas de contactos y otra falsas lesiones.
Incremento de denuncias en Bilbao
La presentación de denuncias falsas se mantiene, en el conjunto de la CAPV, en cifras similares a las del año anterior, con una media de diecisiete o dieciocho al mes. Sin embargo, la cifra ha experimentado un notable incremento en la demarcación de la Ertzain-etxea de Bilbao, donde en apenas dos meses y medio casi se ha igualado, con quince casos, la cifra de atestados de todo el año 2013, cuando se instruyeron dieciseis por este tipo de delitos.
Es importante destacar que la Ertzaintza investiga todas y cada una de las denuncias que se interponen y, con los resultados obtenidos, se valora la veracidad de los hechos y se determina la apertura de las diligencias oportunas. En los casos más evidentes de fraude, los denunciantes suelen acabar confesando una vez que la Ertzaintza les acorrala que el relato no se ha producido como lo han contado, sino que lo han hecho para cobrar el seguro.
La Ertzaintza anima a las víctimas de los hechos delictivos a denunciar siempre los mismos y en el plazo más inmediato posible, tanto para conseguir la resolución favorable de las investigaciones como por solidaridad con el resto de la sociedad, para evitar que otras personas puedan ser víctimas de los mismos delincuentes. Sin embargo, la denuncia debe ser siempre veraz y objetiva, sin exagerar los hechos y, por supuesto, sin inventarse los mismos. Lo contrario puede suponer el incurrir en un hecho expresamente tipificado en el Código Penal y sancionado con penas incluso de prisión, que van desde los tres meses hasta los dos años, en función de la gravedad de la falsificación.
Es importante no hacer caso a las recomendaciones de terceros que nos animan a denunciar para conseguir un beneficio puesto que las consecuencias penales son para el denunciante. La Ertzaintza dedica más tiempo a investigar las denuncias y gracias a las nuevas tecnologías cuenta con más medios para poder contrastar la veracidad de las mismas.
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