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Se intensifican las charlas en centros escolares para prevenir a los menores de los peligros de internet

Los especialistas policiales han acudido a más de un centenar de colegios para departir con los jóvenes sobre su vulnerabilidad en la red ante peligros como el grooming, el ciberbullying o las estafas
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Domingo 16 de marzo de 2014 | ERTZAINTZA
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La sección de delitos informáticos de la Ertzaintza imparte, desde hace cuatro años, charlas en colegios de todo Euskadi para mostrar a los escolares cómo evitar ser víctimas de delitos a través de internet y en caso de serlo cómo deben actuar.

El engaño, coacción y acoso a menores, conocido en los ambientes pedófilos como “groominges el mayor riesgo que se puede encontrar un menor al usar las redes sociales. Este peligro se puede anular siguiendo unas precauciones básicas. Asimismo, las nuevas tecnologías son la herramienta empleada para el ciberacoso y las estafas a menores.

La sección de delitos informáticos de la Ertzaintza impartió en 2013 un total de 139 charlas en centros escolares de Bizkaia (92), Gipuzkoa (39) y Araba (7). Para este año ya hay concertadas otras 132 sesiones similares. El objetivo es prevenir a los menores antes los peligros a los que están expuestos en internet, las redes sociales y la telefonía.

La mayoría de los menores se conectan a Internet prácticamente a diario, a menudo para actividades de ocio como chatear, jugar o buscar archivos para descargar. Este uso de las redes sociales es una de las vías que emplean pedófilos para contactar con sus víctimas y poner en práctica la técnica conocida como grooming, consistente en un conjunto de estrategias para establecer lazos de amistad con menores en la red al objeto de ganarse su confianza y obtener datos personales, para posteriormente enviarles imágenes de contenido pornográfico. A partir de esa relación y utilizando técnicas de seducción y provocación se incita a los menores a intercambiar imágenes suyas de carácter sexual. El pedófilo suele usar diferentes identidades y direcciones de correo electrónico, haciéndose pasar casi siempre por personas jóvenes.

Para prevenir a los jóvenes, la Ertzaintza en sus charlas les propone una serie de normas básicas de seguridad, a la hora de utilizar las redes sociales:

Θ No facilitar nunca la contraseña a nadie por muy amigo que creamos que es. La contraseña es propia, individual e intransferible. Asimismo, no hay que introducir las contraseñas en páginas web que no tengan nada que ver con el servicio original.

Θ Recordar siempre que en internet todo el mundo puede mentir.

Θ Evitar guardar o intercambiar fotografías comprometidas incluso con las parejas o amistades más íntimas ya que las parejas y las amistades se pueden romper.

Θ Si alguien que creemos un amigo empieza a cambiar su comportamiento en la red, posiblemente le hayan sustraído la cuenta. Comprobarlo.

Θ Apropiarse de la cuenta de correo electrónico de otra persona puede tener consecuencias penales graves, aunque pueda parecer un juego de niños o una broma inocente no lo es.

Θ Nuestros secretos, cuando están en internet, están separados de los delincuentes únicamente por una contraseña.

Θ Nunca hay que ceder ante el chantaje, sea del tipo que sea. Enviar una foto es el origen de una espiral que no se acaba nunca.

Θ Denunciar inmediatamente cualquier situación de acoso o de abuso. Hay que pararla. Estas conductas no terminan hasta que se detiene al delincuente. Ignorarlo no conduce nunca a nada.

Θ Por último, recordar que no existen servicios para averiguar las contraseñas de otras personas.

Ciberbulliyng o ciberacoso

El ciberacoso se puede definir como una agresión psicológica, sostenida y repetida en el tiempo, perpetrada por uno o varias personas contra otras, utilizando para ello las nuevas tecnologías. Actualmente, el ciberacoso es una forma de humillación en los colegios entre los jóvenes por la que son víctimas de agresiones realizadas a través de la red. Un método habitual suele ser el acceso a páginas web para realizar insultos, mensajes intimidatorios, difusión de rumores crueles, fotos trucadas o amenazas (bajo el amparo de un seudónimo) entre compañeros de un mismo colegio o de varios centros educativos.

Las principales características del ciberacoso serían, por un lado, la repetición de las agresiones a través de la red (un episodio aislado no puede considerarse como tal) y, por otro, que en la mayoría de las ocasiones suelen ser la transposición de un acoso en la vida real.

Los medios empleados para el ciberbulliyng son el teléfono móvil (envíos de sms, grabación de secuencias de video, etc.) e internet; este último es el más utilizado por la facilidad de acceso y el anonimato que proporciona. Actualmente las redes sociales como youtube posibilitan la difusión de actuaciones que antes se enviaban únicamente de móvil a móvil mediante mensajes o bluetooh.

El ciberacoso se puede manifestar en distintas formas, algunas de ellas más difíciles de detectar o menos asociadas con las formas habituales de acoso:

Amenazas e intimidación, que se puede realizar a través del teléfono móvil, el correo electrónico, los comentarios en la red, las redes sociales, etc.

Acoso o acecho. Los mensajes repetidos, prolongados e indeseados, ya sean explícitamente ofensivos o no, representan una forma de acoso que puede provocar daños psicológicos serios y miedo. Estas formas de acoso online incluyen: los mensajes de textos o la mensajería instantánea con contenido indeseado, la utilización de programas espía; el envío de virus informáticos, …

La denigración o la difamación. El ciberacoso incluye también la publicación de mensajes difamatorios sobre un individuo y, generalmente, se refieren a insultos. Los alumnos pueden utilizar sus teléfonos móviles o correos electrónicos para enviar mensajes sexistas, homofóbicas o racistas, por ejemplo, o pueden utilizar otro tipo de diferencias -una discapacidad física o mental, el origen cultural o religioso, la posición socio-económica, etc.

El pirateo significa, habitualmente, que otra persona tiene acceso a la cuenta de otro usuario de la red, a través de la decodificación del nombre de usuario y la contraseña. Este tipo de acciones se pueden utilizar como forma de ciberacoso, utilizando y copiando la información personal de un usuario, incluyendo correos o imágenes para acosarlos y humillarlos. Esto puede incluir la publicación de información privada en sitios públicos, la impresión y difusión de información personal, etc. Estas formas de ciberacoso también pueden referirse a las situaciones de eliminación de información personal de un usuario o las situaciones de suplantación de identidad.

Consejo ante el ciberacoso

En caso de ser víctima de ciberacoso se debe denunciar lo más rápido posible puesto que acciones en principio irrelevantes pueden devenir en delitos muy graves como el grooming. Una asistencia temprana limita enormemente los daños.

Estafas a menores

Los menores también pueden ser víctimas de estafas en su uso del teléfono móvil. La más habitual se suele llevar a cabo cuando quieren descargar un politono o un juego. Para poder realizar la descarga tienen que introducir su número de teléfono y reciben un sms que tienen que validar. En el mismo se aceptan un amplio número de condiciones entre las cuales se encuentra “camuflada” la suscripción a mensajes Premium que tienen como consecuencia la recepción de unas facturas de teléfono que superan en muchas ocasiones los 600 euros.
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