Diferenciar la ubicación de estrellas situadas a 450 años luz de nosotros no es una tarea sencilla. Un equipo internacional de astrofísicos, del que forma parte la UNED, ha desarrollado un método matemático con el que pueden distinguir qué objetos pertenecen al cúmulo de las Pléyades y cuáles no.
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Miércoles 11 de junio de 2014 | UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA
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Hace unos 125 millones de años, una descomunal nube de gas interestelar situada a 450 años luz de la Tierra –a más de 4.200 millones de millones de kilómetros– colapsó, lo que provocó el nacimiento de una cuna de estrellas. Bautizada como Pléyades, el grupo estelar se puede observar perfectamente a cielo abierto desde nuestro planeta, puesto que se encuentra bastante cerca en términos astronómicos y algunos de los cuerpos son más grandes y brillantes que el Sol.
Lo que resulta complicado para los astrofísicos es distinguirlas del resto de estrellas que se ubican en esa región del cielo pero que no forman parte del cúmulo. “De los más de dos millones de estrellas que hay en el campo de las Pléyades, solo 2.000 pertenecen al cúmulo”, explica Luis Sarro Baro, investigador del departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Lo que resulta complicado para los astrofísicos es distinguirlas del resto de estrellas que se ubican en esa región del cielo pero que no forman parte del cúmulo. “De los más de dos millones de estrellas que hay en el campo de las Pléyades, solo 2.000 pertenecen al cúmulo”, explica Luis Sarro Baro, investigador del departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Un equipo internacional de científicos del que forma parte el astrofísico de la UNED ha desarrollado un nuevo método matemático con el que calculan la probabilidad de que una estrella de esa zona pertenezca o no al cúmulo. Gracias a las medidas de los movimientos de las estrellas y a la fotometría (su brillo) son capaces de identificar si el cuerpo es o no de las Pléyades. Además, con las técnicas probabilísticas no es necesario conocer todos los datos del astro para poder estimar la probabilidad de pertenencia.
Los astrofísicos han probado el método comparando los datos de las Pléyades obtenidos con el proyecto DANCe junto a otras observaciones realizadas por un conjunto de telescopios terrestres y en órbita alrededor de la Tierra. “Así puedes estimar cuánto se ha movido la estrella en el tiempo transcurrido entre las observaciones. Ese movimiento tiene unas características muy especiales en el caso de las estrellas pertenecientes al cúmulo”, apunta Sarro Baro.
El método probabilístico, que se publica en la revista Astronomy & Astrophysics, consigue una gran precisión, aunque el científico reconoce que no se puede comparar con la exactitud que logrará el satélite Gaia. En órbita desde el pasado mes de diciembre, Gaia cartografiará durante los próximos años mil millones de estrellas y otros objetos cósmicos con una precisión sin precedentes.
Referencia bibliográfica
L. M. Sarro, H. Bouy, A. Berihuete, E. Bertin, E. Moraux, J. Bouvier, J.-C. Cuillandre, D. Barrado, and E. Solano. “Cluster membership probabilities from proper motions and multiwavelength photometric catalogues: I. Method and application to the Pleiades cluster”, Astronomy & Astrophysics, 563, marzo 2014. DOI:10.1051/0004-6361/201322413.
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